lunes, 3 de octubre de 2011

Todo pasa y todo queda...


«El mundo odia el cambio, sin embargo, es lo único que ha traído el progreso».

Dicen que un individuo debe seguir ciertas reglas sociales para ser "alguien en la vida", pero seamos realistas, ese argumento ya no es válido en un mundo cada vez más capitalista. Y es que el capitalismo es sinónimo de competencia, un concepto que se convierte en una batalla sangrienta donde todo es válido.

Ahí es donde entro yo, queriendo sobresalir, entendiendo que vivo en una sociedad retrógrada.

Hace un año que dejé a un lado el bisturí y lo cambié por un micrófono, y la verdad es que me siento muy feliz, me vino bien el "gran" cambio. Yo no sé por qué la gente se asusta de mi decisión, tan sólo desaté mis alas y me eché a volar. Tan sólo decidí hacerle caso al instinto, y así comenzar a dar un paso distinto.

No me culpen por intentar ser diferente, después de todo, sin competencia seríamos organismos unicelulares.